top of page
Marzo
Este mes es el cambio de estación; comienza la primavera y con ella llegan también muchas frutas y verduras que nos pueden servir por sus ricas aportaciones en vitaminas, minerales y antioxidantes. Encontramos todavía raíces y verduras adecuadas para una cocina lenta y concentrada, así como alimentos depurativos que nos servirán para preparar a nuestro cuerpo para el cambio de estación: berros, acelgas, piña, cebolla, mango, betabel, alcachofas, apios, rábano, fresa, espinacas, poros y más.
​
Mango
El mango es una fruta dulce, fresca y deliciosa. En México los mangos a menudo se disfrutan con condimentos y polvos dulces y picantes como el chamoy y tajín para darle un toque adicional y sabor acidito. Una de las formas más sencillas de utilizar los mangos en algunas recetas, es haciéndolos puré. Mézclalo con plátano, berries, yogurt natural y menta fresca (o cualquier combinación de estos) para preparar un batido o lassi delicioso, incluso le puedes agregar un poco de kefir para hacerlo un poco más líquido. Es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía mexicana, especialmente en esta temporada; se usa mucho en ceviches y pico de gallo con frutas. La salsa de mango es otra excelente manera de usarlo: córtalo y mézclalo con los ingredientes clásicos de la salsa como cilantro, cebolla morada y jugo de limón. Sírvelo encima de arroz o tu grano favorito, junto con pescado, camarones, pollo a la parrilla o sobre una cama de verduras. Los mangos son una gran fuente de vitamina A en forma de betacaroteno, lo que da a la mayoría de las variedades su rico color. El mango también es rico en vitamina C y una buena fuente de fibra y potasio. Ha sido un remedio importante en las escuelas de medicina ayurvédica y otras escuelas tradicionales. La corteza, la goma, las hojas, el hueso y la flor del mango, se han utilizado durante miles de años para tratar diversas dolencias, desde diarrea hasta reumatismo, pasando por asma y sarna. Un artículo publicado en 2010 en Pharmacognosy Review destaca varios estudios sobre los posibles efectos antioxidantes de la fruta, el potencial para tratar la diabetes con las hojas y la corteza y muestra una gran promesa como “fitomedicina”. En algunos casos sensibles, la fruta, especialmente con la piel adherida, puede causar dermatitis de contacto en personas sensibles pues esta contiene urushiol, un compuesto que puede provocar sarpullido, hinchazón de los labios o anafilaxia.
Piña
La piña cruda ya no es sólo para la ensalada de frutas del brunch; queda deliciosa con ingredientes salados, como hierbas y chiles. La piña cocida ofrece un perfil de sabor muy diferente. Su acidez se suaviza significativamente y los azúcares naturales realmente tienen la oportunidad de brillar.
En México la combinación por excelencia de cerdo se puede encontrar en los tacos al pastor. Además, la fruta da para hacer un chutney o salsa que puede servirse como acompañante o encima de carne.
La piña también es un excelente encurtido. Lo mejor de todo es que con la cáscara podemos hacer el tan famoso fermento llamado "tepache" y darle a nuestro cuerpo una dósis muy buena de probióticos.
Una taza de piña cruda ofrece más de la cantidad diaria recomendada de vitamina C (105 por ciento). También es rica en manganeso y vitamina B1, los cuales ofrecen protección antioxidante y apoyo inmunológico. Es una buena fuente de fibra y folato, y una fuente única de bromelina, una enzima que digiere (y ablanda) las proteínas con posibles beneficios antiinflamatorios. La bromelina se ha estudiado por su relación con el tratamiento de dolores musculares y otras lesiones deportivas, malestar intestinal y alivio del dolor del herpes zóster.
Para verificar la madurez, inspecciona la base de cualquier piña y huélela. Su perfume debe ser dulce, no fermentado. Evita cualquier fruta que tenga manchas de moho u hojas secas.
Cebolla
Las cebollas son los verdaderos caballos de batalla de la cocina mexicana. Son la piedra angular del sabor de casi todas las cocinas de este planeta: cruciales para bases culinarias e indispensables en curry, salsas, guisos y salteados en todo el mundo. La causa del olor, el sabor y el aura irritante de los ojos, distintivos de las cebollas, es el azufre. Los compuestos especiales se vuelven reactivos una vez que se rompen las paredes celulares, lo que no solo hace que le lloren los ojos sino que también lo convierte en un eficaz repelente de plagas. Son estos mismos compuestos los que hacen que las cebollas sean tóxicas para muchos animales, especialmente perros y gatos. Las cebollas son muy susceptibles a los nematodos y las enfermedades fúngicas de las raÃces, por lo que también son comunes los fumigantes y fungicidas. es por esto que es importante elegir cebollas certificadas orgánicas o cultivadas localmente y platicar con el agricultor local sobre sus prácticas de cultivo.
Para quitar fácilmente el olor a cebolla de tus manos una vez que hayas terminado, frótalas sobre acero inoxidable. Las cebollas cocidas, se convierten en sabores ricos y llenos de umami, especialmente si se cocinan a fuego lento hasta que el azúcar se caramelice. Se pueden convertir en mermelada o encurtidos rápidos.Â
Las cebollas son principalmente agua, pero son una fuente bastante buena de fibra y vitamina C, y también ofrecen vitamina B6, potasio, magnesio, manganeso y calcio. Además contienen antioxidantes y sus compuestos de azufre se han estudiado por su potencial para inhibir el crecimiento de células cancerosas. Por sus polifenoles es un excelente remedio casero expectorante. Tanto si dejas una cebolla partida en un plato por la noche, como cubrirla con miel cruda de abeja y tomarla a cucharadas.
bottom of page