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Grounding

El contacto del cuerpo humano con la superficie de la Tierra produce efectos benéficos comprobados en tu fisiología y tu salud, relacionados con la inflamación, las respuestas inmunes, la cicatrización de heridas y la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias y autoinmunes crónicas.

La Tierra es como una batería gigantesca que contiene una carga eléctrica sutil y natural, un tipo especial de energía presente en el suelo.


Somos seres bioeléctricos que vivimos en un planeta eléctrico. Tu cuerpo funciona eléctricamente. Todas sus células transmiten múltiples frecuencias que hacen funcionar, por ejemplo, a tu corazón, tu sistema inmunológico, tus músculos y tu sistema nervioso. De hecho, por seguridad y estabilidad, si observas te darás cuenta de que casi todo en el mundo eléctrico está conectado a él, ya sea una planta de energía eléctrica o tu refrigerador. Eso es lo que significa el término "conexión a tierra" o para mi "grounding".


A excepción de los humanos que viven (me incluyo) en sociedades industrializadas, todos los seres vivos de nuestro planeta están conectados a la energía eléctrica de la tierra.

En las sociedades industrializadas, rara vez se anda descalzo, se camina al aire libre o se usan zapatos de cuero natural que permitan absorber la energía del suelo. Durante muchas décadas, la gente ha usado cada vez más zapatos con suela de goma y plástico que actúan como una barrera para la energía de la Tierra, aislándonos del contacto eléctrico con la Tierra. Por lo general, la gente ya no duerme en el suelo como lo han hecho muchas culturas a lo largo de la historia. Vivimos y trabajamos por encima de este, incluso a gran altura en los rascacielos. La verdad es que estamos desconectadas; no estamos conectadas a tierra. No estamos en contacto con la Tierra.


La investigación multidisciplinaria ha revelado que el contacto del cuerpo humano con la superficie de la Tierra produce efectos benéficos en la fisiología y la salud. Dichos efectos se relacionan con la inflamación, las respuestas inmunes, la cicatrización de heridas y la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias y autoinmunes crónicas.

Cuando haces grounding o earthing, te sientes:


Centrada

Fuerte

Equilibrada

Menos tensa

Menos estresada


Muchas personas viven con dolor diario y estrés constante, ansiedad, depresión y fatiga. Se sienten fuera de lugar, no centradas, fuertes o sólidas. Los médicos a menudo no pueden encontrar la causa y recurren a recetar medicamentos que producen efectos secundarios como fatiga, mal humor, malestar gastrointestinal y dolores de cabeza. Además, en los últimos años, ha habido un aumento en el número de personas que padecen enfermedades autoinmunes como: esclerosis múltiple, lupus, trastornos inflamatorios del intestino, artritis reumatoide, entre otras. Los investigadores no conocen las causas específicas detrás de los fuertes aumentos en una diversidad de enfermedades. Algunos dicen y, en gran parte esto es verdad, que se debe a que la gente come más alimentos no naturales que nunca y que los ingredientes de estos alimentos podrían ser dañinos. Si bien ciertos enfoques de estilo de vida, como la meditación y el yoga, pueden ayudar, existen limitaciones en su eficacia para muchas de estas enfermedades.


¿Podría ser entonces esta desconexión un factor que se ha pasado por alto en el aumento de estas enfermedades? En general, hemos perdido nuestras raíces eléctricas, por así decirlo. Estamos desconectadas, y esta desconexión puede ser una causa gravemente pasada por alto del dolor y el malestar humanos y de la incidencia cada vez mayor de enfermedades crónicas en todo el mundo.


Estudios demuestran, que poner a tierra un organismo produce diferencias mensurables en las concentraciones de glóbulos blancos, citoquinas y otras moléculas involucradas en la respuesta inflamatoria. La conexión a tierra reduce el dolor y altera la cantidad de neutrófilos y linfocitos circulantes, y también afecta varios factores químicos circulantes relacionados con la inflamación (ver referencias).


¿Cómo reconectarse con la Tierra?


Las sociedades pasadas andaban descalzas o usaban calzado de cuero hecho con pieles que permitían que la energía de la Tierra subiera a sus cuerpos. Estaban enraizados.


La buena noticia es que tienes el potencial de volver a conectarte. Si el tiempo y el horario lo permiten, camina descalza durante aproximadamente media hora al aire libre y observa la diferencia que eso supone en tu nivel de dolor o estrés. Siéntate, párate o camina sobre la tierra, pasto, arena o incluso concreto. Todas estas son superficies conductoras de las que tu cuerpo puede extraer la energía de la Tierra (la madera, el asfalto y el vinilo no son conductores). Lo ideal es que mantengas la experiencia del Grounding o Earthing e incorporar esta energía curativa a tu rutina diaria. Enséñale y normaliza esto en tus hijos y observa cómo hay una preferencia generalizada en ellos a estar y mantenerse descalzos. Además de esta forma se estimulan los puntos reflejo que tenemos en el pie (reflexología) pero esa explicación te la dejo para otra publicación.


No es lo ideal pero, si de plano ves complicado caminar descalza porque no vives cerca de un parque o jardín, o si vives en un lugar donde tienes inviernos largos y fríos y no puedes salir a hacer grounding como quisieras, también hay opciones de interior. Actualmente existen muchos productos de conexión a tierra que puedes usar mientras duermes, te relajas o trabajas. Hay todo tipo de conductores como sillas, cojines de cama, tapetes para piso y silla, bandas corporales, parches para colocar en el cuerpo, stripes que atas a los zapatos y tocan tu piel mientras caminas, etc.


Sea cual sea el camino que tomes, mantente conectado a tierra y siéntete vibrante.



Referencias externas:


Galería

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